Cordón Umbilical

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También llamado tallo corporal o funículo por los ginecólogos; se extiende desde el ombligo fetal hasta la superficie fetal de la placenta.  Su aspecto externo nos muestra una coloración blanca y opaca recubierta por amnios.  Pueden verse a través de él correr tres vasos umbilicales.  Su diámetro puede ir desde 1.5 cms a 2.5 cms, y tener una longitud de unos 55 cms.  Los vasos que se aprecian deben corresponder a dos arterias y una vena; las arterias muestran menor calibre que la vena.

Puede el cordón mostrar algunas veces una serie de nudos producidos por la tortuosidad interna de los vasos, los que son denominados pseudo nudos, pero no debe presentar el cordón anudaciones o nudos verdaderos, pues estos impedirían la circulación normal de líquidos hacia o desde el ser en desarrollo, lo cual puede provocar irregularidades en el suministro sanguíneo,  que desembocarían en la muerte. Un caso atendido personalmente por el autor, demostró anomalías en miembros y piel por adherencia o bandas amnióticas y muerte por nudos umbilicales verdaderos.

La forma en la cual se constituye el cordón umbilical se puede resumir así:  en período embrionario la estructura corporal está representada por una formación bilaminar y luego por una trilaminar que crecen craneo-caudalmente, interponiéndose entre el amnios y el saco vitelino.  Como la superficie dorsal embrionaria crece más que la ventral, el embrión hace prominencia en el saco amniótico y la parte dorsal del saco vitelino se incorpora al cuerpo del embrión para formar el tubo digestivo (fig 52).

Al mismo tiempo que ocurre lo anterior, se puede apreciar que el mesodermo extraembrionario se ha engrosado en la región caudal del disco embrionario y tiende a conectar a éste con el corion.  Con el progresivo crecimiento del cuerpo y la incurvación cráneo-caudal, este engrosamiento del mesodermo se ve precisado a cambiar su posición caudal a una ventral, pero sigue conectando el cuerpo del embrión al corion.  Hacia el momento en que se cierra la pared corporal en la región ventral y que el saco vitelino se ve precisado a proyectarse parcialmente fuera del cuerpo del embrión, se introduce en esta masa de tejido mesodérmico, haciendo parte de la conformación que de ahora en adelante será llamada tallo corporal, en el sentido que es quien conecta al embrión con la estructura de la cual él va a captar su nutrimento.  El desarrollo ulterior de la porción de intestino posterior que causa la formación de la vesícula alantoides anteriormente estudiada.

Para este estado de cosas tendremos al cordón umbilical o tallo corporal, formado por las siguientes partes:

Mesodermo extraembrionario, que se presenta de una manera laxa y que recibe el nombre de gelatina de Wharton, el pedículo vitelino y la vesícula vitelina primitivas; la vesícula alantoidea, y, por último los vasos que tratan de llevar sangre desde los tejidos maternos al cuerpo del embrión, los llamados vasos umbilicales.

Decíamos que normalmente,  se deben ver tres estructuras vasculares dentro del cordón umbilical, dos arterias y una vena.(fig. 53).

 

cordon umbilicalcordon umbilical2

FIG. 52-53.- VASOS SANGUÍNEOS EN CORDÓN UMBILICAL

 

La causa de esta representación vascular reside en el hecho de que inicialmente se forman dos arterias y dos venas umbilicales, pero luego se aprecia la obliteración de la vena umbilical derecha y por tal motivo quedará sólo la vena umbilical izquierda presente dentro del cordón.

Es necesario aclarar que la circulación en estos vasos es como sigue: las venas están encargadas de conectar la placenta con el cuerpo embrionario o fetal, con la obliteración  embrionaria temprana de la vena umbilical derecha, la vena umbilical izquierda es la encargada de llevar sangre desde la placenta al cuerpo embrionario. Luego del nacimiento la vena umbilical izquierda fetal se oblitera y deja como remanente el llamado ligamento redondo del hígado. 

Las dos arterias umbilicales embrionarias son encargadas de llevar sangre desoxigenada desde el feto al corion, y en el adulto estarán  representadas por las arterias umbilicales, ramas de las arterias ilíacas internas.  Estas arterias umbilicales se van cerrando luego del nacimiento, y  en el adulto deben estar obliteradas y fibrosas conformado los ligamentos umbilicales laterales.

Hacia la sexta a novena semana de desarrollo, cuando el intestino medio se elonga demasiado y no cabe en la cavidad abdominal, se introduce en el cordón umbilical, pero luego debe regresar a la cavidad abdominal, alrededor de la novena a décima semana;  éste estadío de las asas intestinales dentro del cordón umbilical es lo que se denomina hernia umbilical fisiológica, la cual es normal.  Si existiera alguna dificultad para el regreso de todas las asas intestinales, o sea que quedara alguna dentro del cordón umbilical, entonces se formará la hernia umbilical congénita, la cual será estudiada en el capítulo de sistema digestivo.

Generalmente después del nacimiento, y para el momento de ligar el cordón umbilical, se debe dejar unos dos a tres centímetros entre éste y el ombligo del niño, para evitar la posibilidad de que de existir hernia umbilical congénita, ésta sea cortada  y se salgan las asas intestinales.

En la actualidad se hacen innumerables estudios e investigaciones tratando de descubrir el papel  de las células mesenquimales indiferenciadas, Células Madre,  que hay en el interior del cordón umbilical, en la Gelatina de Wharton, para determinar el papel y la cantidad de Células Madre o células tutipotenciales que existan en su interior, pues se ha observado que estas pueden multiplicarse en el cuerpo de una persona adulta y transformarse en todo tipo de células nuevas, con lo cual se trata de combatir ciertos tipos de cánceres en el humano. No se ha avanzado hasta conocer el papel definitivo de ellas, pero sí se ha tratado de combatir incluso enfermedades como el Mal de Parkinson y la leucemia entre otras.

 

M. S. ORLANDO DÁVILA BOLÍVAR